Desde hace varios años, el proceso de galvanizado es una técnica que se usa para proteger el acero de la corrosión. Esta es causada por una tendencia inherente de los metales través de una reacción química o electroquímica con el medio ambiente, en especial cuando son sometidos al aire y a la humedad.

La función del galvanizado es proteger la superficie del metal sobre el cual se realiza el proceso. El galvanizado más común consiste en depositar una capa de zinc (Zn) sobre hierro (Fe); ya que, al ser el zinc más oxidable y menos noble que el hierro genera un óxido estable.

¿Cuál es la vida en servicio del acero galvanizado?

Todo depende del ambiente corrosivo en el cual se encuentre. Por ejemplo, en entornos rurales o de interior, el acero galvanizado dura más de cien años. En todo caso, como la duración es proporcional al espesor de la capa de zinc que lo cubre, puede afirmarse que el acero galvanizado es el recubrimiento que asegura la mayor durabilidad bajo cualquier tipo de ambiente externo.

La duración de una pieza de acero galvanizado depende de varios factores. Una pieza de acero galvanizado industrial con una capa de zinc de tan sólo 0,1 mm de grosor puede durar hasta 70 años en condiciones normales y sin necesidad de un mantenimiento especial.

Además de ser duradero y resistente, el acero galvanizado posee un costo competitivo frente a otros recubrimientos y como consecuencia se puede reciclar varias veces. De igual manera, es utilizado para una amplia variedad de propósitos, tales como: piezas de automóviles, embarcaciones, estructuras de edificios o piezas de maquinaria.

Conozcamos las ventajas del acero galvanizado

El zinc hace a la pieza de acero más resistente al protegerlo de dos formas. Por un lado, el zinc es muy resistente a la oxidación mientras que el hierro, uno de los principales componentes del acero, se oxida con cierta facilidad en contacto con el oxígeno del aire, y mucho más con el agua y la humedad.

En segundo lugar, al crear una capa de zinc sobre el acero se evita que el oxígeno alcance al hierro o al menos se lentifica el proceso en gran medida. Esta protección se ve acentuada con la formación progresiva de la pátina, una capa de óxidos y otros compuestos de zinc.

El zinc es también un metal muy duradero y resistente a las rayaduras, por lo cual ofrece un aspecto satinado que realza el acabado del acero galvanizado para muchos consumidores.

Por tal motivo, si se desea extender la vida útil de tus proyectos, galvanizar es la opción correcta para brindarle una larga vida útil al acero. A su vez, este protege de forma íntegra al interior y exterior de la estructura, dando como resultado mayor versatilidad y resistencia.